miércoles, 30 de abril de 2014

A flor mi piel




A medida que me acerco a la edad en que te fuiste
Sufro mi juventud, y crece en mi
la  bronca de saber
todo aquello que perdiste
Y pienso en tu mano tomando la mía,padre
juntos,por la vereda que bordea mi pasado
y que nos une en mi mañana , en tu ayer. 

A flor de piel.




En las tardes en que tu perfume huele a angustia
Siento el agua correr entre mis dedos
Y cae. Y ya no es agua, ya no es más.
Es recuerdo, 
Es lo que pudo ser.
Y no fue.
                                Y mi piel , amor
se viste  en mustia flor, en flor de ayer.



Cuando la abrumadora velocidad de mi vivir
No me deja disfrutar
de mi sentir
Siento que de nada vale todo
Y los segundos hormiguean en mi piel
Y forman minutos, y días, y años.
Y las flores del ayer son , otra vez, recuerdos.
Y , al final,la vida es eso. 
Cerrar los ojos y recordar.
                               Nada adelante. Todo atrás.

A flor mi piel.











cada minuto que perdemos es agua, es hormiga, es ayer.

domingo, 27 de abril de 2014

Habrá esperanza




"Vivió durante 20 años con Dolores Piñeiro, su mujer.  Enviudó. Ella murió de cáncer el 22 de diciembre de 2011."Era una madre de tiempo completo, tuvimos cinco hijos. El más chico tiene 14 años,  el mayor 19. Hago de madre y de padre. Cocino. Ellos dicen que mal, pero yo creo que hago una salsa bolognesa que camina"
Ahora que me bajaron el sueldo,  nos ajustamos un poco. Son chicos fuertes. Perdieron a su madre,  pero allí están,  viviendo con entereza. De alguna manera hemos sabido sobrellevar todo esto.""

En el diario del domingo, en el ultramentiroso  Clarín,  se puede leer lo arriba extractado,  en una nota al degradado, vapuleado y suspendido fiscal del "caso Báez", José María Campagnoli.






En la larga década sufriente de este gobierno anclado en la soberbia y la corrupción,  este caso es uno más. Por donde quiera que este gobierno haya visto la posibilidad de robar -directamente- o de utilizar su agencia de colocaciones,  "La Cámpora", arrasando instituciones como Aerolíneas Argentinas, Afip, Pami,Anses, todos los ministerios habidos y por haber y cualquier otro lugar en el cual hacerse de un sello ...y su sueldo,  allí están ellos.
La primera línea, Zaninni, De Vido, Jaime, Báez, Cristóbal López, roban para la corona. Sin tapujos, a la luz del día. Apoyados en jueces que en cualquier lugar del mundo estarían del otro lado del escritorio, siendo juzgados.

Mientras que la segunda línea infame de militontos ineptos y sin ninguna preparación , desembarca en las instituciones nombradas pero no con el bajo perfil de alguien que se sabe un intruso, no. Lo hacen en puestos clave:ministerios, secretarías,   jefaturas, coordinaciones, supervisiones,  sin el menor pudor y con el peor de los atributos: la soberbia.  
Allí donde estén,  se notan. No saben nada, pero creen saberlo todo. No consultan. Y  lo que es aún peor: si alguien osa aconsejar alguna línea de acción (ante el evidente desmanejo), pues ellos responden con la reacción del que tiene poder pero se sabe inferior: echan, desplazan, ningunean o maltratan al insolente.
Claro que hay una línea aun inferior, tanto en grado -La Cámpora funciona como un ejército...un pésimo ejército ganador de ninguna batalla comandado por generales de pacotilla,( basta haber visto las participaciones del "Cuervo" Larroque, de Wado de Pedro o de cualquier otro de sus "dirigentes" principales, para evaluar, rápidamente,  cual es  el nivel intelectual de la organización por ellos comandada, y ,por lo tanto , de quien se deja comandar por ellos…) 




Esa línea inferior está integrada por cientos,  miles de devotos consumidores del relato,  adoradores de Cris, beneficiarios de un jugoso sueldo estatal. Ellos fueron los que salieron a controlar los precios,  los de Moreno, no los actuales del exitosísimo "precios cuidados”. Ellos se comen el sapo de Boudou vicepresidente, de la nacionalización de YPF gratuita y ahora carísima, ellos justifican la carita de Kicillof en París, en la reunión del Fondo Monetario Internacional al que Nestor prometió nunca mas volver,  sin corbata y ya casi sin patillas, como alumno en penitencia .
Ellos son los que creen que es normal que Lázaro Báez pase de empleado bancario a archimillonario y que el jardinero de Cris tenga una empresa de helicópteros. Habría paginas extensas para llenar con historias justificadas por ellos y que luego la realidad dio de bruces. ¿Es necesario detallar? Pues  bien, comencemos: Aerolíneas Argentinas, donde la dupla Recalde –Kicilloff creó un organigrama espejo manteniendo los sueldos a los dirigentes de carrera pero…retirándoles toda la tarea, ocupándose ellos, claro, de la brillante conducción de la aerolínea de bandera que solo pierde tres millones de pesos por día… A propósito,cerebritos: Qué países como Japón (el emperador viaja en primera en un avión de línea), Inglaterra, EEUU, Alemania y tantos otros no posean una aerolínea de bandera, ¿no les da una pequeñita idea de que la soberanía pasa por otro lado?
Podemos seguir por el ajuste inaudito que se vió con la devaluación de enero pasado (La peor de las devaluaciones : una devaluacion sin plan...que solo promete, una próxima devaluación). Aquello que nunca iban a hacer, seguir el discurso neoliberal del menemismo, -imposible no recordar a Cris en ese pequeño patiecito lleno de aplaudidores que usa para filmar sus carentes de rating cadenas nacionales, diciendo: "...Si alguno de estos empresarios está esperando que está Presidenta devalue, ¡¡¡sepa que yo no voy a devaluar, no voy a devaluar!!!-.
¿Se acuerdan de la empresa nacional de comunicaciones móviles que De Vido anunció con bombos y platillos para terminar con el monopolio (pobre, alguien que le explique a De Vido que mono significa "uno"...) de Claro. Movistar y Personal...lo unico que tenemos es el nombre,"Libre.ar" y el dineral gastado en armar...nada)?
¿Alguien se acuerda de la MorenoCard?
¿Y de la venta de cosechadoras a Angola?
¿Y de Futbol Para Todos? Con clubes cada vez mas endeudados, AFA cada vez mas rica (sólo una cosa puede hacer que Grondona deje la AFA: que su corazón estalle en mil pedazos), con un presupuesto millonario que TODOS pagamos, pudiendo gestionarse una publicidad con empresas privadas, publicidad que mi perro vende en dos minutos…Pero no, tenemos que ver partidos y soportar a mercenarios del relato intercalando entre:”Riquelme se la pasa a Ledesma, Ledesma a Gago y ...no te pierdas hoy en 6-7-8 como dejamos en evidencia que Clarín miente…Gago, frena , se da vuelta…” Mamita.


Justificadores de todo, les espera el desencanto.
La fiesta se terminó,  chicos. Apuren el paso a planta permanente, porque vienen tiempo de venganza.

Lo que le hicieron a Campagnoli (y a tantos otros), se replicará allí en donde ustedes hayan dañado,  ofendido, maltratado. En aquellos lugares en los que hayan ocupado puestos que nunca hubiesen merecido por merito propio y donde, además, ofendieron a sus "pares " estando horas sin hacer nada frente a una pantalla, mientras los otros laburaban por ustedes...pues les será cobrado con creces.
Es muy posible que en algunas de las instituciones antes nombradas, verdaderas esponjas , que absorben todo y en la que pareciese que nunca nada va a pasar , que nunca nada va a cambiar, no se los eche. Pero sepan que sus nuevos jefes sabrán de su procedencia. Y será el tiempo de llenar estúpidas planillitas Excel que nadie leerá jamás, de cambiar el agua de los dispensers de agua, de ser forreados.

Sin embargo, para que todo este andamiaje de mentiras funcione no nos podemos olvidar de un elemento indispensable: los cómplices.  Los que veían lo que les pasaba a sus compañeros y miraban para otro lado,pensando lo usual:"a mi no me va a pasar" o , peor,:"mientras no me pase a mi".
Los tibios que dijeron que sí a todo lo que los militontos les ordenaban. Los que callaron. Los que creyeron que nadie se iba a dar cuenta. 
A todos ellos les cabrá el peor de los castigos:saber que no hicieron lo que debieron haber hecho. Que no hicieron lo que un buen compañero hubiese hecho.


Quien esto escribe es un insignificante atropellado por esta tropilla de mediocres. Un perro en la ruta.
Mi puesto y mi sueldo me fueron quitados sin piedad de un día para el otro. Sin importarles que provocaban en mi ni en mi familia. Solo por demostrar poder,sin que ningún gremio -aliados participantes del botín- participe. 
Con la dolorosísima mirada para otro lado de todos mis compañeros, sin ninguna honrosa excepción.

Yo también, al igual que Campagnoli, tengo hijos maravillosos y fuertes, el más chico tiene quince años y la más grande diecinueve, que, también, se fueron ajustando  a la nueva e injusta realidad.
Haber sido desplazado sin miramientos fue un dolor grande que intenté sobrellevar no sin secuelas. Pero más grande aun fue el  silencio de mis compañeros.
Voy por la vida sin rencores pero con memoria, con una cicatriz doliente, orgulloso de lo único que me queda y que jamás me podrán quitar: mi dignidad.



Mientras haya Campagnolis, habrá esperanza.

jueves, 24 de abril de 2014

El Hombre que llora




Trascendió cuando la joven periodista lo publicó. Hasta entonces sólo era conocido por los habitúes de “El Mercurio”. Ella tituló: “El Hombre que llora”
Pero todo había comenzado bastante antes. Año, año y medio antes.
Vayamos,entonces, por partes: “El Mercurio” es un viejo bar del centro de la Capital. Por pocas cuadras había quedado fuera de la llamada “city” y , quizás, se puedan encontrar allí las razones de su debacle. “El Mercurio” supo de años de gloria –rumores nunca confirmados dicen que Gardel desayunó allí muchas mañanas casi mediodías. Medialunas con queso, tostadas, aventuran que comía- y luego se vio desbordado por la modernidad, y lo que era un lugar de encuentro  se transformó en un lugar de paso, y los años pasaron y la gente fue mutando velozmente en personas sin tiempo que pasaban por los cristales de sus vidrieras decoradas con fileteados dorados, tal cual los que adornaron los colectivos durante tanto tiempo, sin detenerse. Y “El Mercurio” comenzó a penar, hasta llegar a este presente de paredes añosas, muebles gastados y mozos al filo de la jubilación.
Es  este “El Mercurio” el que comenzó a recibir ,cada tarde,  puntualmente, a las cuatro y media a un señor de unos cuarenta y pocos años. Se sentaba en la segunda mesa del lado derecho (“El Mercurio” tenia sus puertas vaivén, dobles , justo en el centro del frente del local). Esa mesa ,chica, como para dos, estaba sobre la ventana y podía verse desde allí: la esquina, los transeúntes, los autos, algún perro corriendo a otro perro y, mas atrás, los árboles de la plaza.
Vestía impecablemente. Nunca de traje, pero siempre con su ropa combinada, los pantalones planchados y los cuellos de sus chombas en perfecto estado. Se sentaba erguido y , sin nunca emitir palabra, hacia el gesto de “cortadito” al mozo.
Garabateaba cosas en alguna servilleta y , minutos después, comenzaba a llorar. Al  principio despacito, inspirando entrecortado por la nariz, con los ojos apenas llorosos. Pero luego su pecho se desbocaba en sollozos  y sus ojos inundaban su rostro de lágrimas. Las primeras veces , los mozos se consultaban entre si, dudando entre interrumpirlo preguntándole si algo le pasaba o dejarlo en su húmeda intimidad. Nadie nunca lo interrumpió. Luego de unos minutos de llanto inconsolable, el hombre se apaciguaba, su pecho pasaba de trote a caminata, inspiraba hondo, siempre erguido, pedía la cuenta y se iba.
Cerca de un año repitió cada tarde su rutina de tristeza  y de llanto. Durante todo ese tiempo los mozos –que de la compasión habían pasado a un profundo cariño por aquel hombre que nunca les había hablado- se transformaban en sus escuderos que lo defendían de algunos insolentes que se reían de él. Los mozos se acercaban sigilosamente a él o los impertinentes y los invitaban a retirarse:”La casa invita , señores, sírvanse retirarse”. Manuel , el dueño, galleguísimo , mas de una vez quiso trenzarse con algún mocoso que se negaba a la generosa invitación de “El Mercurio”.
Pero todo cambió a partir de la tarde en la que una joven periodista, recién recibida, se sentó a escribir algo en su computadora a dos mesas de la de ( al solo fin de simplificar el relato, llamaremos “Juan” al hombre que llora) Juan.
Unos quince minutos después llegó Juan. Su mesa estaba ocupada. Las pocas veces que había sucedido algo así, los mozos le habían ofrecido otra, pero el negaba con la cabeza , se retiraba a la vereda y se quedaba mirando hacia la mesa, hasta que se desocupaba. Ni bien veía que la gente pedía la cuenta, entraba a paso redoblado y se paraba al lado de la mesa, por mas que las demás estuviesen vacías.
Finalmente se sentó. Cinco minutos después empezaron lo sollozos. La joven levantó su cabeza y lo vio. Miró rápidamente a los mozos, que esquivaron su mirada. Mientras las lagrimas caían por sus mejillas y solo se escuchaban sus suspiros, la joven no dejó de mirarlo un instante.
Juan pidió la cuenta, pagó y se fue.
Sólo en ese momento la joven se acercó a Manuel, quien le explicó con lujos de detalles la rutina infalible de Juan.  
En su blog de internet, que fue replicado por cientos en pocas horas, la joven escribió un articulo que tituló:”El Hombre que llora”
A la semana “El Mercurio” dobló su concurrencia.  Pero sólo entre las cuatro y las cinco y pico de la tarde. Primero fueron silencioso jóvenes que se acercaban y simulaban leer o hablar entres si, pero que , en realidad , estaban allí para verlo llorar. Al mes , una periodista francesa fue sacada carpiendo cuando le dijó al gallego que iba a entrevistar a Juan. “Aquí se toma café, señorita…y servimos las mejores picadas de la ciudad…pero no se entrevista a nadie y mucho menos a Juancito”
El mas joven de los mozos, Fernando, contó en el bar que en Facebook se había formado un grupo de fans de Juan que se juntaban a llorar en diferentes bares del mundo, exactamente a la misma hora que Juan lloraba en “El Mercurio” . Mostró en su celular, fotos de un grupo de hombres de túnica  llorando en  Abu Dhabi, a lo que sería las tres de la mañana o algo así…,en Segovia, España, grupos de jóvenes y no tan jóvenes, hacen un corte en su noche de tapas y cerveza, y lloran sin parar. ( en you tube puede verse un vídeo de un joven español llorando junto a sus amigos), en un pub de Londres, tres jóvenes se abrazan y enjugan sus lágrimas. 



Hubo que tomar una decisión: el local de al lado , que estaba vacío, fue alquilado por Manuel y en pocos días se transformó en “El Mercurio”, pero ampliado. Sus paredes recobraron el color ocre de antaño. Se renovaron sus luminarias , unas hermosas lámparas con cristales que colgaban del techo , 



una nueva y reluciente cafetera se colocó tras la ahora impecable  barra de caoba y mármol . Hasta unas plantas  en unas enormes macetas , comenzaron a lucir en  la entrada renovada y fresca.
Durante casi medio año mas , Juan repitió sus tardes de llanto. 
El más importante  periódico del país, se burló de lo que allí pasaba , titulando “El bar del Llorón” en un tono despectivo que originó una feroz represalia en twitter, facebook y cuanta red hubiese de los furiosos fans de Juan .
En un canal de televisión, un pseudoreportero arriesgó que todo era una mentira urdida por el Gallego como maniobra marketinera para vender mas cafés y que Juan no era mas que un impostor. ¡Para qué! Un escrache de miles de seguidores de Juan se agolparon en las puertas del canal y lloraron a moco tendido durante tres días seguidos. Los fans se turnaban en su llanto interminable con el afán de castigar al osado canal. Finalmente el canal debió disculparse con un comunicado hecho publico en la vereda del canal , mientras los lloradores agitaban sus pañuelos.



La tarde del segundo día de mayo de hace ya tres años, Juan entró esquivando fans a paso firme, portando una sonrisa de oreja a oreja que desconcertó  a todos por igual. Su mesa estaba vacía -¿Quién osaría ocuparla?-, sin embargo giró sobre sus talones y se sentó en el otro lado del salón. Tamborileaba sus dedos,sobre la mesa recién barnizada que dejaba ver debajo un corazón rasgado en la madera  con las iniciales V y C. Se acomodaba el cuello de su camisa y no dejaba de mirar su reloj. Todo ello con una sonrisa que no dejaba un solo diente sin mostrar.
Todo el salón lo miraba, en silencio. Juan levantó su brazo , hizo el gesto de “cortadito” . Gente agolpada en la vereda conversaba sin entender demasiado lo que pasaba.
Minutos después vieron como él giraba su cabeza hacia la entrada. Una joven , de pelo castaño, y vestir tan impecable como Juan, caminó hacia él. Juan se paró, la tomó de sus manos y se dieron un beso que pareció interminable. El Gallego lloraba . Los mozos lloraban . “El Mercurio” entero lloraba.
Tomaron , un cortado él, un apenas cortado, ella. Siempre tomados de la mano, sonriendo, con un murmullo feliz detrás. Gente en la vereda buscaba a su pareja y la abrazaba. Otros se besaban. Casi todos seguían llorando, esta vez de alegría.
Un adolescente se acercó, tímido , a Juan. Se paró a su lado. Juan y la mujer lo miraron, en silencio. Finalmente,el joven se animó:¿Qué pasó?¿Porque dejaste de llorar?
Juan hizo un silencio, largo, espeso. Miró a la mujer, sonrieron.Rieron.
Miró al joven y , en la única vez que escuchamos su voz, dijo: Ella me perdonó.
Pidió la cuenta, pagó , tomó a la mujer de la mano y salió, entre cientos de incrédulos, de felices incrédulos.
Juan nunca volvió a “El Mercurio”
Al año “El Mercurio “ cerró. Hoy funciona allí un supermercado chino.

domingo, 13 de abril de 2014

La lentitud indispensable


Dos películas : "Nebraska" y "El tiempo de los amantes ", con mucho en común.

"Nebraska" es una película atípicamemte estadounidense.  ¿Cómo se me ocurre decir que la película que mejor nos muestra el interior americano,sus pueblos,  sus gentes sea "atípicamemte estadounidense"?
Aquí va la explicación : "Nebraska" fue dirigida por Alexander Payne. Quizás no sea necesario haber visto a las exitosísimas: "Entre Copas" (2004) o "Los descendientes " (2011) -con un inmejorable George Clooney, o la anterior "Acerca de Schmidt", con el siempre increíble Jack Nicholson, para darse cuenta que las películas de Payne tratan sobre gente.
En sus películas todo -argumento, actuaciones,  y, por supuesto, dirección- están puestos a mostrar en todos sus matices, con luces y con sombras,  las relaciones humanas.
En "Entre copas" , la amistad. En "Acerca de..." , la búsqueda de un jubilado, reciente viudo, de los lazos perdidos con su hija. En "Los descendientes " , la disolución de una familia se escapa entre las manos de su protagonista.
Y ahora, "Nebraska". Decir que el director nació en ese estado americano en 1961, seguramente servirá para explicar cómo alguien puede retratar de manera tan vívida una sociedad y la geografía en la que se encuentra.  "Nebraska" esta filmada en blanco y negro.  Cada imagen es de una belleza inusual. Las nubes en el cielo,  plomizo, como el animo del protagonista (sobresaliente Bruce Dern), destacan a cada paso. La desolación de los pueblos que va recorriendo esa pareja de padre e hijo,  a manera de acongojante road movie, solo podía ser mostrada en lapidarios blanco y negro.
La película ( estoy seguro de no estar adelantando nada) no tiene final. O,  mejor dicho, tiene el final que cualquier espectador puede prever. Y aquí radica lo maravilloso de este relato filmado por Payne. Lo que importa es el transcurrir, los diálogos,  las miradas, los silencios.
La música,  otro elemento en común con la otra película que comentaré, fue realizada especialmente para este film. No busca el director la tan usual compaginación de temas musicales para confeccionar una seguramente muy vendible banda sonora. Violines que desgarran acompañan cada gesto, cada silencio.




"El tiempo de los amantes" es una película francesa.  Con todo lo que esto significa.
Una mujer,actriz, de treinta y largos bien llevados años,  viaja a París para una audición.  En el tren se sienta a unos asientos  de distancia de un cincuentón profesor de literatura, (Gabriel Byrne), impecablemente trajeado,  portador de una angustia notable.
Las miradas en el tren y el tiempo que el director destinó a reflejar ello, son impensables en el cine americano y es por ello que es tan común hablar de estas escenas como de " cine francés ".
Y luego:  Desencuentros. Encuentros provocados. Despedidas no deseadas.





Todo ello relatado en un ritmo,  y aquí está lo que encuentro en común entre ambas películas,  lento, lentísimo.  Con la lentitud que tiene, muchas veces,  la realidad.

Cuando el hijo mira a su padre , en su decadencia más brutal, la de una vejez impiadosa y cruel, pasan segundos eternos, en un silencio de violines que son bisturí. Y ese silencio, esos violines y, sobre todo, ese tiempo son irremediablemente necesarios para reflejar esos sentimientos.

Cuando el cincuentón , acongojado (la congoja, otra vez) porque, el mismo día del encuentro en el tren, un ser amado había fallecido, no puede reaccionar ante la evidente búsqueda de la protagonista femenina, una bellísima  aunque no arquetípica Emmanuelle Devos, son necesarios, imprescindibles,   allí,  los silencios, las miradas y - otra vez- una música con el sonido del violín que es tan ajustado para la pasión, para el sufrir,para el amor. Doug , el profesor, no es que no quiere...no puede devolver lo que recibe.
El argumento es común a aquellos amores encapsulados en vidas que parecen no poder ser cambiadas.  Ajustados por el tiempo y las obligaciones de cada una de sus vidas,   los amantes se aman como a sabiendas de un final que nunca será el deseado.
"Los puentes de Madison " y la trilogía de "Antes del amanecer, atardecer,  anochecer" son ejemplos de este tipo de películas.

A diferencia de "Nebraska" en la que él director no busca sorprender con un final inesperado, ni con la vuelta de ninguna tuerca,  aquí el director se apoya en un final abierto y tradicional.

En fin. Maravillosas películas que nunca recomendaría por temor a que me digan: "es re lenta" .
Películas que a mi me encantan justamente por eso: por ser lentas,  deliciosamente lentas.
Lentas de una lentitud indispensable.

domingo, 6 de abril de 2014

Guasá








La mesa de la ventana estaba vacía y hacia ella fui. Desde allí veía la calle y más allá la plaza. Del lado externo de la amplia vidriera había una fila de mesas pequeñas,  para dos personas, con un toldo como techo  En la mesa que estaba casi pegada a mí, una pareja de jóvenes ¿novios? acababan de sentarse.
El mozo se acercó, me ofreció la carta, pero le dije que no era necesario, que solo quería  un café, solo, en pocillo.
En el ambiente se escuchaba, tenue, agradable,  un tema de los años ochenta,  que,  aunque lo intenté,  no pude recordar quien lo cantaba.
Dentro del salón habría unas cuatro mesas ocupadas: dos señoras impecablemente vestidas tomaban el té con scones. Un poco más allá, un muchacho de lentes leía en un rincón. Casi en el otro extremo, un grupo de chicos con uniforme, reían.

El mozo me trajo el café. Su aroma me invadió y sentí que todo lo que viniese después, desde ese pocillo,  estaba de más: era un perfume intenso y sutil a la vez, que me transportó a muchas otras tardes y mañanas. Aun no lo había bebido y ese café ya estaba bien pago.
Recordé haber leído que los olores y los gustos suelen conmovernos porque están rodeados de un abismo de olvido: hay que oler el mismo olor para recordarlo,  hay que sentir el mismo gusto para sentirlo, nuevamente. No ocurre lo mismo con las imágenes y los sonidos que uno puede recordar sin esfuerzo. ¿Quién no tararea una canción? ¿Quién no recuerda una foto? En cambio,  debemos saborear el dulce de arándanos para recordar al dulce de arándanos.

Mientras dejaba que el líquido caliente se deslice en mi boca,  miré a la parejita a mi lado: ambos tenían en sus manos sus celulares,  los miraban fijamente y sus pulgares se movían sin parar, frenéticos. Me quedé mirándolos bastante tiempo.  Apoyaban el celular en la mesa solo para beber un pequeño trago y luego, volvían a agarrarlo y seguían con su impostergable teclear.
El sonido de una sirena me sobresaltó.  No era una sirena,  era el celular de una de las impecables señoras de los scones. Una de ellas, de unos sesenta años, buscó en la cartera, mientras el sonido, agudo, incansable, continuaba. Finalmente, cuando ya casi todos los presentes nos estábamos por ofrecer para ayudarla a encontrar al autor de ese infierno, lo encontró. Lo miró.  Y luego comenzó a escribir,  un poco más lento que mis jóvenes vecinos  de mesa, pero con igual fruición. Su amiga se levantó,  tomó una revista y se puso a mirarla, con desgano.

Pensé  en Graham Bell.  ¿Qué pensaría ese buen hombre si volviese a vivir? ¿Cómo hacer para explicarle que,  aunque la mayoría de los usuarios de telefonía celular posee planes para hablar casi gratis con casi todo el mundo, la inmensa mayoría prefiere...escribir?  ¡Escribir! ¡Pudiendo hablar! ¡Increíble! El bueno de Graham diría: ¡Para esto inventé el teléfono! Y se reventaría un buen tiro con un revolver que sí cumple con el fin para el que fue creado: matar.
¿Cómo puede ser que la gente prefiera NO escucharse?
No escuchar la voz de alegría de quien te quiere decir algo hermoso. 
O la quebrada voz de quien solo tiene dolor.
¿Cómo puede ser que la gente se distancie y se enoje por un signo de admiración de menos,  por un frío “ok” que todo lo dice,  que nada dice?
¿Qué nos habrá pasado para estar en un café con la persona con la que decidimos venir a tomar un café y,  una vez allí, ponernos  a escribirle a otra persona?
¿Sabrán estas hordas de escribidores el valor de un silencio? ¿O solo conocerán su precio? No pensar en Wilde, ("¿Qué es un cínico?  Aquel que conoce el precio de todo y el valor de nada. “), es  imposible.
¿Qué habrá pasado en la estructura de pensamiento de estas personas que hace que no puedan estar sin constantemente revisar sus celulares? ¿Cuántas inseguridad habrá en cada uno de ellos que hace que dependan de tan pequeño y frágil aparatito, sin el cual jamás saldrían de sus casas? Infelices constatadores de last seens, (¡entró a tal hora...entonces lo leyó...y entonces...¿ Porqué no me contestó?!) , feroces revisadores de Estados y atentísimos lectores de cuanta estúpida publicación aparezca en Facebú, otro demonio.
¿Que hace que no podamos elegir no cruzar el limite y usar a la tecnología y no dejarnos usar por ella? 
Las  infinitas ventajas que algunas tecnologías tienen (¿Como estar tranquilo , en estos días, si no recibimos el "mensajito" de nuestros hijos.?¿Cuántas vidas se habrán salvado por una llamada a tiempo, desde uno de estos aparatitos? Inútil enumerar las ventajas de internet y sus derivados...Entonces ¿Porque dejarnos arrasar por la parte no deseada del adelanto tecnológico?¿O será que nuestra cultura (Ay , Argentina) no nos deja discernir, elegir, decir no? Y será por eso , entonces , que todas las publicidades de teléfonos hagan mención a Guasá y a Facebú...
¿ A cuántas personas hemos visto, cada uno de nosotros,  en su trabajo, distraídos, rindiendo pésimamente, ensimismados en su modernismo smartphone?
Smartphone...un teléfono inteligente para gente que quizás no lo es tanto.
Gentes que seducen a otros, hombres y mujeres, en todas las combinaciones que nuestra modernidad nos brinda, generalmente comprometidos, en actitudes de abierta infidelidad...¡¡¡por escrito!!! Dejando el mundo plagado de huellas con la prueba del delito... ¿Gente inteligente?
Montones de personitas con la cabecita en cualquier lado, que escribe sus placeres con su amantes, pero se equivoca y el tanamado Guasá sale disparado hacia el marido/esposa y...¡¡¡a rogar que nunca tenga dos ticks!!!!
Gente inteligente.
En esta modernidad (mundial) de pacotilla, con celulares que sacan fotos con nosecuántos megapixeles pero con baterías que hacen agua a medio día, en estos tiempos en los que inventamos herramientas formidables - ¿Quién puede pensar que Internet no lo es?- pero  que usamos para fines del más precario cavernícola ( spam, pornografia, pedofilia,  divulgación de estupideces a montones)
En tiempos en los que la gente cree tener "amigos" en la Web…¡Mamita!
A propósito: ¿Existe algo mas boludo que ponerle "me gusta" a algo?





 "Que feliz se te ve, Martita", pone una boluda que no ve a Martita en la puta vida y montones de monotributistas mentales poniendo pilas de "me gusta". Mai God.




En estos tiempos de redes pajarito








llena de pajarones, me declaro un fósil.




Me declaró culpable de querer otra cosa para mí.
Culpable de pretender encontrarme con un amigo y mirarlo a los ojos.  Y que me mire.
Y contarle lo que me pasa. Y escucharlo.
Soy culpable de soñar con que ya nunca más me escribas (salvo cartas en adorado papel).
Y que me llames.  Y escucharte decir lo que quiero escuchar. O no, pero escucharte.
Y decirte,  quizás con algún silencio , lo que siento.
Soy -esto es oficial-, un auténtico vintage, un demodé.
Soy alguien que vive inmerso en un tiempo que (te  plagio, Mario Vargas Llosa  ) se ha ido, un tiempo que ya no es , ni será.



Pido la cuenta, pago, me paro y me voy, mirando, por última vez, a los chicos que siguen escribiendo. 






Aclaración: el "mai God" es adrede. Sé perfectamente que se escribe "My God". Lo aprendí en la escuela a la que concurrí. También aprendí "the cat is under the table" y muchas cosas mas.