viernes, 29 de marzo de 2013

Jorge,el difícil.

Cohen, "In my secret life"




Julio (Viejo amigo): ¿Que haces, Gus,Cómo andas,bien?
Mi viejo amigo preguntaba y contestaba a la vez.
Si, Julio, ¿Y vos?
Hablamos de algunas pocas cosas,parados a mitad de cuadra, a la sombra de un árbol grande -juraría: un plátano-,hasta que Julio me preguntó algo que nunca me había preguntado:
¿ Seguís leyendo?
Le contesté que si, que claro, que como siempre...y me quedé mirándolo ,intrigado.
¿No me recomendarías algo? Desde hace un tiempo me agarré la costumbre de leer algo a la noche , antes de acostarme ¿viste? ¡Para lo que dan en la tele!
Julio estaba embalado. Siguió.
Empecé con el diario, con las partes que no había leído a la mañana.Alguna que otra revista. Y seguí con algunos libros de Lola, que mucho no me gustaron.
Lola era la hija adolescente de Julio.

¿Probaste con Borges?

Na!, dijo Julio,mientras levantaba su mano, ¡Es muy difícil!

¿Muy difícil  ¡No te dejes llevar por la gilada,Julito! ¡ Difícil es la excusa perfecta para no leerlo! Mirá, ¿estas apurado?, pregunté , mientras desenfundaba mi tablet.

No, para nada ¿por?

Vení ,vamos al café de acá a la esquina,dejáme que te muestre algo, Julio, mirá, lee.


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. 
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. 
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. 
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, 
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, 
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, 
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? 
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. 
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se 
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. 
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. 
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. 
Ya los ejércitos me cercan, las hordas. 
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) 
El nombre de una mujer me delata. 
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

uhhhhhhh! dijo Julio uhhhhhhhhh! repitió...¡me duele una mujer en todo el cuerpo! adjetivate algo ,papá!!!! casi gritó Julito,mientras los  de la mesa de al lado lo miraban.

Mirá, leete este otro, le dije.


De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido
              
a quien prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.
              
Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿Quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?
              
Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.
              
Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.
              
Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifonte, Jano.
              
Hay, entre todas tus memorias,
una que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.
              
No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando al ocaso, ante la luz dispersa,               
quieras decir inolvidables cosas.

¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.
              
Creo en el alba oír un atareado 
rumor de multitudes que se alejan;
son los que me ha querido y olvidado;
espacio, tiempo y Borges ya me dejan.


Julito se quedó callado.Mas que callado , mudo.
De pronto dijo: me mató la parte de :"Si para todo hay termino y hay tasa..."

¿Viste? le dije ¿viste?
¿te muestro uno mas?

¡Dale!





Ya no es mágico el mundo. Te han dejado. 
Ya no compartirás la clara luna 
ni los lentos jardines. Ya no hay una 
luna que no sea espejo del pasado, 

cristal de soledad, sol de agonías. 
Adiós las mutuas manos y las sienes 
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes 
la fiel memoria y los desiertos días. 

Nadie pierde (repites vanamente) 
sino lo que no tiene y no ha tenido 
nunca, pero no basta ser valiente 
para aprender el arte del olvido. 
Un símbolo, una rosa, te desgarra 
y te puede matar una guitarra. 

II 

Ya no seré feliz. Tal vez no importa. 
Hay tantas otras cosas en el mundo; 
un instante cualquiera es más profundo 
y diverso que el mar. La vida es corta 

y aunque las horas son tan largas, una 
oscura maravilla nos acecha, 
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha 
que nos libra del sol y de la luna 

y del amor. La dicha que me diste 
y me quitaste debe ser borrada; 
lo que era todo tiene que ser nada. 

Sólo que me queda el goce de estar triste, 
esa vana costumbre que me inclina 
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

¡A la mierda ! ,dijo Julio, con su cabeza apoyada en su mano,que tocaba su frente como masajeandola. "Nadie pierde , sino lo que no tiene ni ha tenido nunca..."...Uffffff.

¿ Difícil? ,pregunté.
Julio rió.


Seguimos hablando  un rato largo, le conté de los cuentos y le anoté algunos en una servilletita, a modo de humilde guía, debajo de la dirección de una librería.
 Apagué la tablet, pedí la cuenta y nos fuimos , él , a la librería, yo, a mi casa.  




Dedicado a vos, que te gusta tanto, Guitarra.