viernes, 11 de noviembre de 2016

La caverna







Lo conocí de casualidad, como tantas otras cosas que nos pasan y nos pasaran.
Estaba mirando “Suban el volumen”, una película olvidable en la que un joven rebelde comienza a transmitir radio en forma clandestina desde el sótano de su casa . 
La cortina utilizada por aquel joven en sus transmisiones , sí fue inolvidable para mí: una voz cavernosa y una letra con algunas clarividencias. El tema:”Everybody Knows”  (1), el dueño de la voz, Leonard Cohen.

Corría 1990. En Argentina ya era presidente una persona que llegó a serlo diciendo que iba a hacer totalmente lo contrario a lo que terminó haciendo (cualquier similitud con la realidad actual es pura coincidencia). En las radios sonaba a  manera  de taladro, “Macarena” pero ya estaba saliendo de un garaje de Aberdeen, Estados Unidos, un álbum que cambiaría las cosas, ”Nevermind”, de Nirvana.
Mientras, en mi casa, yo rebobinaba (sí, eran años del VHS) nuestra vieja videocasetera intentando leer la pequeñísima letra de los créditos finales, buscando el nombre del tema y, sobre todo, al autor. Lo encontré.

En las disquerías ponían caras de nada. No había nada de nada.
Debieron pasar tres años cuando, en un verano de asfalto hirviente, crucé la calle Córdoba, yendo por Belgrano. A metros de la esquina, en una entonces nueva disquería ya desaparecida, la voz dorada se escuchaba en otro tema icónico que era, también , parte de la banda sonora de otra película :“Natural Born Killers” , de Oliver Stone. 

El tema, “The Future”. ((vean esta letra , por favor, (2))











Entré. Compré mi primer cd de él, que aun atesoro. Devoré sus melodías y  traduje chapuceramente sus letras dignas de Nobel.
Fue en esos años en los que comencé a ser más que un fiel seguidor, comencé a ser su esclavo.
Un esclavo de ese piano adorable, de esas melodías que iban a contramano de cualquier moda, quizás, justamente porque estaban siempre vigentes, siempre listas para ser escuchadas. Y conmover.

Comprar cada uno de sus –ahora – cd´s era una odisea: Debí encargar la mayoría de ellos a EEUU, hurgar por otros en cada disquería, incursionar en la piratería con todo el contrasentido que ello implicaba: Cohen era la distinción, era la elegancia y sus discos lo reflejaban en sus tapas y sus libros internos, con sus letras imperdibles. Piratearlo era un pecado. Pequé.
Cohen no ayudaba: en 1994 comenzó una reclusión en un monasterio zen. Dejó de publicar, se ordenó monje budista con votos de silencio. 
Él era el único que podía silenciar la voz dorada.

Hasta que en una mezcla de diablo y de ángel, apareció Kelley Lynch.
Kelley Lynch no sólo era su representante, era su amiga. Y en ella confío todos sus ahorros.
El Diablo Kelley traicionó a su amigo y lo dejó sin un dólar.
El Ángel Kelley hizo que Leonard Cohen no solo volviese a cantar, sino que volviese a grabar y, más tarde, a girar.
Y, entonces, todos los que nos habíamos perdido la primera parte de su carrera, asistimos al comienzo de la segunda.
En esta Cohen era un señor mayor, que vestía trajes impecables y sombrero de ala, con argumentos imbatibles: una voz única, una sonrisa inoxidable.









Cohen me acompaño cuando estaba muy triste, despidiendo a mi viejo.
Llenó mis tardes y noches, mientras mis hijos nacían y crecían. (¿Será parte de su cultura sus violines, el piano, los coros, su voz?)
Me convertí en consciente mentor: Ayudé a aquellos que lo desconocían y los introduje en él. Los convertí en sus fanáticos y pasamos a conformar su cofradía de adoradores.
Me permitió besar a esa mujer. Bailar con ella. Y, en un estertor, intentar reconquistarla con la letra de “I´m your man”  (3) garabateada en papel, cuando ya era tarde.
Me sigue emocionando con cada nuevo álbum, el ultimo  (¿el mejor?) de hace un mes atrás.

Si me apuran  y me dicen que piense en la “paz”, me pienso a mí mismo,  en mi sillón desvencijado, con un vaso de agua de vida en la mano (4), los ojos cerrados y Cohen cantando «Hey, That's No Way to Say Goodbye»,
Hace unos meses murió Marianne, un antiguo amor que mereció un tema, uno de sus clasicos, "So long, Marianne". 
Sus palabras de despedida fueron: "Bueno, Marianne, ha llegado el momento en el que somos tan viejos y nuestros cuerpos se están desmoronando, que creo que te seguiré muy pronto.
Estoy tan cerca de ti que, si extiendes tu mano, podrás alcanzar la mía." 





Hoy se murió Leonard Cohen. Se fue , quizás, con su voz, a su caverna.
Y yo ya lo extraño como solo se extraña al que te da todo, al que te pide nada.





















11 de noviembre de 2016










(1)      Everybody Knows
Todo el mundo sabe que los dados están cargados 
Todo el mundo lanza con los dedos cruzados
Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado
Todo el mundo sabe que los buenos perdieron
Todo el mundo sabe que la pelea estaba amañada
Los pobres se quedan pobres, los ricos se hacen más ricos 
Eso es lo que pasa
Todo el mundo lo sabe
Todo el mundo sabe que el barco hace aguas 
Todo el mundo sabe que el capitán mintió 
Todo el mundo tiene ese sentimiento desgarrado 
Como si su padre o su perro acabase de morir
Todo el mundo habla por lo bajo 
Todo el mundo quiere una caja de bombones 
Y una rosa de tallo largo 
Todo el mundo lo sabe
Todo el mundo sabe que me amas, nena
Todo el mundo sabe que realmente lo haces
Todo el mundo sabe que has sido fiel 
más o menos una noche o dos
Todo el mundo sabe que has sido discreto 
Pero había mucha gente con la que debías encontrarte
Sin tu ropa 
Y todo el mundo lo sabe
Todo el mundo sabe, todo el mundo sabe 
Eso es lo que pasa
Todo el mundo sabe
Todo el mundo sabe, todo el mundo sabe 
Eso es lo que pasa 
Todo el mundo sabe
Y todo el mundo sabe que es ahora o nunca 
Todo el mundo sabe que es o tú o yo 
Y todo el mundo sabe que es eterno 
Ah, cuando te has metido una raya o dos 
Todo el mundo sabe que el trato se ha podrido 
El viejo negro Joe sigue recogiendo algodón 
para tus cintas y lazos 
Y todo el mundo lo sabe
Y todo el mundo sabe que la plaga está llegando 
Todo el mundo sabe que se está moviendo rápido 
Todo el mundo sabe que un hombre y una mujer desnudos 
son sólo un artefacto brillante del pasado 
Todo el mundo sabe que la escena está muerta 
Pero habrá un contador en tu cama que dirá 
Lo que todo el mundo sabe
Y todo el mundo sabe que estás en problemas 
Todo el mundo sabe por lo que has pasado 
Desde la sangrienta cruz en la cima del Calvario 
A la playa de Malibú 
Todo el mundo sabe que se está desmoronando 
echa una última mirada a este Sagrado Corazón 
Antes de que estalle 
Y todo el mundo sabe
Todo el mundo sabe, todo el mundo sabe 
Así es como va 
Todo el mundo sabe


(2)   The Future

Devuélveme mi noche rota,
mi habitación de espejos, mi vida secreta;
esto es muy solitario, no queda nadie a quien torturar.
Dame control absoluto
sobre todos los seres vivos,
y acuéstate a mi lado, nena,
¡es una orden!

Dame crack y sexo anal,
coge el único árbol que queda
y mételo en el agujero de tu cultura.
Devuélveme el Muro de Berlín,
dame Stalin y San Pablo.
He visto el futuro, hermano:
es un crimen.

Las cosas van a deslizarse en todas direcciones,
no habrá nada,
nada que puedas volver a medir.
La ventisca del mundo
ha cruzado el umbral
y ha volcado
la orden del alma.
Cuando dijeron: “Arrepiéntete”,
me pregunto a qué se referían.

No tienes la más remota idea de mí,
nunca la tendrás,
nunca la tuviste.
Soy el pequeño judío
que escribió la Biblia.

He visto las naciones levantarse y caer,
he oído sus historias, las he oído todas,
pero el amor es el único motor de supervivencia.

Aquí tu siervo ha sido ordenado,
decirlo claro, decirlo fríamente:
Se ha acabado,
fin de trayecto.
Y ahora que las ruedas del cielo se han detenido,
sientes la fusta del diablo.
Prepárate para el futuro:
es un crimen.

El antiguo código occidental
saltará en pedazos.
De pronto, estallará tu vida privada.
Habrás fantasmas,
habrá fuegos en la carretera,
y el hombre blanco bailando.
Verás a tu mujer colgada boja abajo,
su vestido cubriéndole el rostro,
y todos los miserables poetuchos
aparecerán,
intentando sonar a Charlie Manson.

Devuélveme el Muro de Berlín,
dame Stalin y San Pablo,
Dame Cristo
o dame Hisroshima.
Destruye otro feto ahora mismo;
no nos gustan los niños.
He visto el futuro, nena:
es un crimen.

Las cosas van a deslizarse en todas direcciones,
no habrá nada,
nada que puedas volver a medir.
La ventisca del mundo
ha cruzado el umbral
y ha volcadola orden del alma.
Cuando dijeron: “Arrepiéntete”,
me pregunto a qué se referían.



(3)  I´m your man.

Si quieres un amante,
yo haré cualquier cosa que me pidas.
Si quieres otro tipo de amor,
me pondré una máscara para ti.
Si quieres una pareja, toma mi mano,
o si quieres matarme en un ataque de furia,
aquí estoy, soy tu hombre.
Si quieres un boxeador,
entraré en el ring por ti.
Y si quieres un médico,
examinaré cada preciosa pulgada de ti.
Si quieres un chófer, sube al auto
o si me quieres llevar a dar una vuelta,
sabes malditamente bien que puedes.
Soy tu hombre.
Pero la luna brilla demasiado,
la cadena aprieta demasiado,
la bestia no se irá a dormir.
He estado repasando todas esas promesas,
esas promesas que te hice y no pude mantener.
Pero un hombre jamás recuperó a una mujer
suplicando de rodillas.
Me arrastraría ante ti, cariño, caería a tus pies,
y aullaría a tu belleza como un perro en celo.
Y arañaría tu corazón, y desgarraría tus sábanas.
Te diría, por favor, soy tu hombre.
Y si quieres dormir un minuto durante el camino,
yo conduciré por ti.
Y si quieres trabajar sola en la habitación,
desapareceré por ti.
Si quieres un padre para tu hijo,
o solamente quieres caminar conmigo un poco más
a través de la ardiente arena, soy tu hombre.
Pero la luna brilla demasiado,
la cadena aprieta demasiado,
la bestia no se irá a dormir.
He estado repasando todas esas promesas,
esas promesas que te hice y no pude mantener.
Pero un hombre jamás recuperó a una mujer
suplicando de rodillas.
Me arrastraría ante ti, cariño, caería a tus pies,
y aullaría a tu belleza como un perro en celo.
Y arañaría tu corazón, y desgarraría tus sábanas.
Te diría, por favor, soy tu hombre.

Si quieres un amante,
yo haré cualquier cosa que me pidas.
Y si quieres probar otro tipo de amor,
me pondré la máscara de un hombre viejo para ti.
Si quieres una pareja, toma mi mano, o
o si quieres matarme en un ataque de furia,
aquí estoy, soy tu hombre.



(4) Vulgarmente, Whisky.


Ps: Me enteré de la muerte de Leonard Cohen en el mismo instante en el que el mundo lo hacía, es decir, el jueves 11 en sus primeras horas. Mas tarde, el mundo  (y yo) nos enteramos que , en realidad, su muerte se había producido el día siete de noviembre, pero que habían demorado la publicidad del hecho para poder mantener la privacidad.
Pregunta: ¿Cuando muere un ser querido ?¿Cuando deja de respirar o cuando nosotros nos enteramos que dejó de hacerlo?