miércoles, 2 de julio de 2014

El de acá. El de allá.



El otro día, no recuerdo exactamente cual, pero sí que fue la semana pasada, mientras recorría los pocos metros que van desde mi escritorio hasta la puerta del patio, sentí claramente, palpablemente, como casi nunca , que era feliz.
De repente, en una salvaje fugacidad, desaparecieron de mi mente amores, presentes opacos, viejos rencores. 
Y quedé solo. 
Y, mientras en la cámara lenta de mi vida, mi boca se llenaba de dientes de sonrisa, no había lugar para nada que no fuese placer.
Me levanto de mi silla. 
El olor del pasto recién cortado en una tarde de se(p)tiembre. 
La mano  de mi padre que me acaricia , despacio, abierta, en mi mejilla, y , sin decir nada lo dice todo.
La zambullida primigenia en una gigante pileta a oscuras , a fines de los setenta. 
La temblorosa mirada que antecede al beso tembloroso. 
La ruta llena de noche, a Córdoba, un junio de adolescencia. 
Los ojos verdes que quise pero que no me quisieron. 
El examen aprobado con sentir de cumplir. 
La lectura de un verso inolvidable. 
La primera vez que te vi.
Y sigo caminando.
La emoción que provoca silencio al ver mi sangre viva, no una, dos veces. Semillas que me emergen de tanto gris y pintan mi vida. 
Subiendo al colectivo , un enero de bochorno, con mis hermanos y mi madre que nos lleva a una playa inolvidable, con un mar en el que Heráclito nunca se baño.Ni se bañará.
El disco de vinilo comprado con tardes de ahorros y bolsillos ultrajados, que gira mientras sueño.
Mientras camino, recuerdo algo que solo vos y yo sabemos (sigue cayendo).
Alguien que me saluda, levanto mi mano , sigo.
Huelo un perfume que no volveré a oler.
Abro la puerta del patio, salgo. Al sol. A la espera de otro momento, tan fugaz y  tan eterno. 
Me doy vuelta, me miro en el espejo.







¿Soy, este, el de  acá, el mismo que el de hace unos metros, el de allá?

Me tocan el hombro. "Te buscan". Sonrío y digo: Voy.
















Aunque sea difícil coincidir, pero en la saludable opción de no forzar coincidencias, me gustaría pensar que lo que a mi me gusta, te gusta también:



Oh, well I just don't know
How you could go without permission
Cause where (well?) if you're not there
Well I just don't care for this omission

Every moment brings me down when you're not around
But all I'm asking for is come back for just one day

So where did you go
And do you now know how to be happy
Cause here well it's pretty clear
When you're not near me I am unhappy

Every moment brings me down when you're not around
But all I'm asking for is come back for just one day
And make it worth the while just to see your smile
That's all I'm asking for

Oh I've come to know
You had to go without permission
Cause it was how, how I wore you down
And how I dragged you round my sole ambition

Every moment brings me down when you're not around
But all I'm asking for is come back for just one day
And make it worth the while just to see your smile
That's all I'm asking for, my dear



Para C  ó   L. Pero nunca G.