viernes, 24 de marzo de 2017

Entraña

Arrodillado en la arena.
A mis espaldas, el mar, ese murmullo.
    Invisible en la noche.

En el día que pasó, 
no estuviste
En ninguno de sus incontables momentos,
sus agotadores, extenuantemente iguales minutos.
No estuviste.
Ni al despertarme, cuando tu ausencia lo es todo.
Ni al conducir mi auto por la ruta gris,
Entre el ignorado sonido de la radio y el puntual dorado en el horizonte.  
Ni en la fatigosa rutina, en ninguno
De sus implacables segundos.
Ni en el paseo por los lugares donde solías estar.
No estuviste 
cuando tomé el café, ni en ninguna de las páginas del diario que leí.
Te busqué entre las gotas de la ducha, en el espejo empañado.
Creí encontrarte entre el vapor del perfume que  usé, esta tarde,
antes de subir auto y tomar la ruta siempre gris, una vez mas
Para venir a la playa, bajar a la arena,
Arrodillarme, con el mar a mis espaldas (x)
Y volver a pensar si nunca estuviste (ni estarás)
O si serás  siempre este
 Omnipresente

Como ahora, que te pienso.

























(x) Plan b para un final obvio:

Y volver a pensar si nunca estuviste (ni estarás)
O si estuviste siempre
Siempre en mi
Siempre pensándote














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